martes, 30 de septiembre de 2008

Ausencia

Una vez escribí una carta, esperando conmover al destinatario, y creí que la respuesta, pronta y favorable, no tardaría en llegar. Eso fue hace 5 años. Aún espero. Yo creo que nunca le llegó.
Si la ves ahora, acá escrita, te doy la posibilidad de responderme. Sí, a vos te hablo.

Permítame el atrevimiento de enviarle esta misiva, sin previo aviso. Pero sabiéndome imposibilitado de arribar en estos días a un personal encuentro, me tomé la licencia de escribirle y enviarle este mensaje que hoy recibe.
Lo que motiva esta carta es hacerle saber que su presencia no es ignorada por estos lugares y aún menos su ausencia, que para ser precisos es lo único que se me hace presente.
Sabedor del brillo de sus ausencias, procedí a ejercerlas yo mismo en mi vida personal. Persiguiendo generar similares resultados en allegados y familiares, últimamente casi nunca nadie me ve. Me he hecho invitar a todas las fiestas, convites y reuniones que noticia yo tuviera, solamente para no ir. Me he rehusado a asistir a toda ceremonia, acto o agasajo, a cines, teatros y paseos culturales, para que mi desaparición notoria se hiciese. Cosa que algunos erróneamente entendieron como una forma de evadir y reconocer mi poca solvencia económica.
Sin embargo, la inasistencia absoluta es imposible. Uno siempre está en alguna parte. A propósito... ¿dónde está usted?
Debo confesarle que esta particular manera de expresarme se debe a la muy poca aproximación que he sentido en nuestra dudosa relación. Por tal razón decidí que sería oportuno utilizar ciertos modismos próximos a los vínculos protocolares, para evitar así procurarle salir de la posición un tanto distante que a mi entender se encuentra para conmigo. Esperando su pronta respuesta, me despido con un cordial saludo.
Gastón

5 comentarios:

Anónimo dijo...

SI no te contestó, no se merece hacerlo ahora. Una obra maestra de la sutileza y la esquivación emocional

Gastón dijo...

Sos vos bajo un disfraz?
Dale, te descubrí...

Anónimo dijo...

ups

Andrea dijo...

no hay inasistencias perfectas.
Es verdad.
tampoco hay presencias absolutas.

Unknown dijo...

Acá estoy!

Crear otra confesionCrear otra confesionCrear otra confesion