lunes, 10 de noviembre de 2008

La Verdadera Historia del Viejo Vizcacha. Parte 3. Parágrafo 3. El Código V.V.

Nueva continuación, y van...
En homenaje a José Hernández
en el Día de la Tradición


La ciencia cuenta también entre sus filas con otro adelantado en estas maniobras. Como no podía ser de otra manera, quien cultivara la lingüística no podría menos que cosechar interrogantes en relación a los anagramas. Ferdinand de Saussure, universalmente conocido por su Curso de Lingüística General, que en realidad no escribió nunca y que fue publicado por primera vez en 1915, dos años después de su muerte por sus alumnos Charles Bally y Albert Sechehaye, en el momento mismo de la gestación de su primer curso de lingüística, se apasionó por la poesía latina en versos saturnios. Pensando encontrar allí las huellas de una actividad secreta de la subjetividad del poeta, dio el nombre de "anagramas" a fragmentos fónicos que según él traducían las intenciones concientes o inconcientes del autor. No tuvo mayor repercusión. Quizás el mundo no estaba preparado para tales hallazgos. Amigo del médico Théodore Flournoy, se interesó por el espiritismo y por la famosa vidente Catherine-Élise Müller, lo cual no atenta contra la seriedad de Saussure, sino que pone un toque de alerta por la posible conexión entre estos campos del saber.
Otro manifestación, ahora en la Literatura, nos la dispensa el siempre vigente Julio Cortázar, quien a modo de pronunciamiento se despacha con un “juro catolizar”, y si nos atenemos a los seguidores que supo cosechar y a los que se siguen agregando a la lista, parecería haber cumplido su profético y simbólico cometido. Sin salir del arte, al menos para quienes lo consideramos parte de él, el fútbol también tiene su espacio. Como no podría ser de otra manera, Diego Armando Maradona, su mejor representante, sigue hablando y dando que hablar. Si no, veamos: “endomingado adora amar”, “demonio agarrando dama”, “demonio amarrando daga” y “demonio agradar monada”. Se destacan, a su turno, los dotes deportivos esparcidos los días domingos, su peculiar forma de acercarse al sexo opuesto, su irascible personalidad cuando no las tiene todas consigo, y por último el estado de fascinación que ha despertado en la sociedad que presenció su rápido ascenso y su no menos vertiginosa decadencia.
Quien ha ganado por unanimidad el mote de prócer, aunque recientes versiones dudan acerca de sus méritos y a tales detractores el pulso no les tiembla a la hora de endilgarle supuestos pactos secretos con el Reino Unido con fines colonizadores en América Latina, hasta llegar a afirmar que pertenecía al clan masón, entre otras inculpaciones; en fin, otro héroe que no ha quedado exento de difamaciones es nuestro José de San Martín. Sería interesante empezar a pensarlo desde “es masón de trajín”. Si a primera vista se enfatiza la muy probable vinculación del libertador a la francmasonería[1], otro tanto sucede con su perfil brioso, decidido y resuelto, poniéndonos en aviso que no ha mezquinado sudor ni esfuerzo alguno cuando de sus intereses se trataba, cualesquiera hayan sido ellos.
El terreno musical es prolífero en más de un sentido y no se queda atrás a la hora de depararnos prodigios. Sin arrestos especulativos[2] vemos en Jim Morrison al Mr. Mojo Risin, una suerte de deidad mítica de las latitudes del Tío Sam[3]. Desde otra tesitura Luis Eduardo Aute parece preguntarnos “¿Ud elude autorías?”, buscando en sus interlocutores una posición comprometida con el propio actuar. Estremecedora burla propinada por los Rolling Stones a un reconocido intérprete: “Sting es llorón”. Llamativo lo de los “soreteados” Soda Stéreo. Y existen copiosos testimonios que desistimos transcribir para no extraviar la atención.

[1] Asociación secreta que declara aspirar a la fraternidad universal, basada en la tolerancia religiosa y en los principios del humanitarismo, de fuerte impronta en la ciudad de La Plata, tema de otra investigación a poco de ser revelada.
[2] No por desidia ni desinterés, claro está. Tal solución fue dada por el mismo desdichado cantante en la letra de uno de sus principales hits, “L.A. woman”.
[3] Tío Sam, mítica personificación de los EEUU, es, a su vez, un anagrama de “sit Mao”, imperativo categórico que conmina al comunismo, tomando como estandarte del mismo a Mao-Tse-Tung, a rendirse ante el poderío avasallante del imperio capitalista.

1 comentario:

31 dijo...

el texto no sólo está mal redactado sino que dicta bastante de ser de mi agrado.

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